Somos un grupo de estudiantes de primero de Grado de Educación Infantil de la Universidad de Córdoba. En este pequeño rincón compartiremos nuestras experiencias aprendidas y vividas a lo largo de esta asignatura con la finalidad de que sean útiles para todo aquel que esté intesado en el ámbito educativo.
lunes, 23 de abril de 2012
SHANTALA: MASAJE TERAPÉUTICO PARA BEBÉS Y NIÑOS
El origen de este masaje está en la India. El doctor francés F. Leboyer, después de observar cómo una madre masajeaba a su bebé, quedó fascinado con la fuerza de los movimientos y los beneficios que esa práctica tenía en los bebés. Decidió importar esas técnicas a Occidente y bautizar la secuencia de los movimientos con el nombre de aquella madre, Shantala. Según Leboyer, ser cargados, acunados, acariciados, tocados, masajeados, etc., es algo tan indispensable para los niños pequeños como las vitaminas, sales minerales y proteínas.
El masaje infantil consigue calmar a los niños, fomenta la resistencia de su organismo, que tengan un sueño tranquilo y un desarrollo psíquico positivo. Los masajes son uno de los momentos preferidos de los bebés. Durante el masaje los pequeños sienten una emoción muy agradable porque no se trata sólo del contacto de pieles, sino también de percibir sensaciones a través del oído, el olfato y la visión. Si el masaje forma parte de una rutina diaria, el bebé sabrá, por ejemplo, que después del baño y antes de que le pongan su ropa, alguien (sea la madre o el padre u otra persona) le proporcionará este momento tan esperado. Al oír a su madre extenderse el aceite o la crema por las manos, el bebé ya se sentirá preparado para vivir la agradable experiencia del masaje. En estos breves minutos, el bebé encontrará la paz y disfrutará de un enorme placer. A la mayoría de los bebés les encantan el contacto físico y no es de extrañar que los masajes tengan un efecto tan calmante y relajante para ellos. Es importante que, sin hacer movimientos forzados, cambies las posiciones para hacerle mimos y para darle masajes al bebé: se beneficiará también el desarrollo de su simetría. Es mejor no masajearle la cara. El niño, con muecas y sonrisas, desarrolla sus capacidades faciales. Será el niño mismo quien haga saber cuando está cansado, mostrándose un poco nervioso y molesto. Pasos a seguir:
1. Coloca al bebé boca arriba encima de una toalla.
2. Masajea los pies del bebé
3. Masajea las piernas del pequeño
4. Masajea el vientre del bebé
5. Masajea el pecho del bebé
6. Trabaja los bracitos del niño
7. Masajea las manitas del bebé
8. Masajea la espalda del pequeño
9. Masajea todo el cuerpo del bebé con una pelota
Realizado por:
Ana Cristina Arroyo.
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